17.9.07

la trigésima



Cuando alguien te interesa, y piensas que quizá pudiera interesarse por ti, deberías señalarle de entrada todos tus problemas de belleza y tus defectos en vez de correr el riesgo de que no los note. Supongamos que tienes un problema de belleza que no puedes cambiar, como las piernas demasiado cortas. Basta con decir: " mis piernas, como probablemente has notado, son demasiado cortas en proporción con el resto de mi cuerpo." Por que darle a la persona la satisfacción de descubrirlo por si misma ? Una vez ventilado el asunto, al menos sabes que nunca será un problema en la relación, y si lo es, siempre puedes decir: " Pues te lo dije al principio" .
Por otro lado, supongamos que tienes un problema de belleza puramente transitorio - un nuevo grano, un mal peinado, ojos de insomnio, tres kilos de mas en la cintura-; sea lo que sea, debes señalarlo. Si no lo haces y dices: " tengo el pelo horrible en esta época del mes" o " he aumentado tres kilos comiendo chocolates, pero los perderé enseguida", si no señalas estas cosas, los demás pueden pensar que tus problemas transitorios son permanentes. Por que habrían de pensar de otro modo si acaban de conocerte ?, recuerda que nunca te han visto antes en su vida. Por tanto depende de ti aclararles las cosas y hacer trabajar su imaginación para saber como es tu pelo cuando esta bien arreglado o como es tu cuerpo sin esos kilos de mas o como luce tu camisa sin esa mancha de grasa. Explica incluso que tienes en el armario cosas mejores que las que llevas puestas. Si de verdad les gustas tal como eres, estarán dispuestos a poner en marcha su imaginación para saber como eres in tu problema de belleza transitorio.

2 comentarios:

enrique dijo...

res muy sabio y como decía anteriormente "you give me the creeps" eso es lo que pensaba yo pero en mi caso nunca digo, ni escondo mis defectos solo los ignoro en cierta forma luego son obvios (cuesta trabajo aceptarse tal y como uno es).
xoxoxoxo

jotch dijo...

jaja, qué padre entrada.

bonitos sus consejos... tristemente empiezo a sospechar que la reciprocidad va más allá de puntos aclarados o no: es un asunto en el terreno de lo imposible.

-lo siento, atravieso días naranja y los imposibles son el arroz de cada mediodía-.

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